
De Rafa puedo contar mil cosas,
incluyendo el gusto por los libros, el tabaco y la poesía. Nos vimos pocas
ocasiones, pero en su tremenda fraternidad, me decía “hermanito” y me platicaba
una multitud de anécdotas sobre su vida en México. Rafa sigue viviendo, en mi
recuerdo, después de años de haberlo visto, de haber comido en su casa y haber
degustado un buen vino y un pisco sour.
Lo recuerdo como maestro, como amigo, como gran fumador y como hermanito mayor.
La penúltima vez que lo vi me regaló una de sus pipas, esa ocasión en la que
fumamos desmedidamente en la biblioteca de la cual era director, allá por 2001.
Ah, Rafa, me fumo esta pipa a tu salud y te recuerdo. Este aprendiz de andarín
cita uno de tus poemas de Los viajeros:
Para
El andarín
Paso a paso
El mundo es
Y será
Asunto pendiente…
Y así es, el mundo sigue siendo asunto pendiente,
queridísimo Rafa.